Ivor Gurney, el músico de la trinchera
Fecha de publicación: 23 de febrero de 2013
ENCICLOPEDIA DE LA MÚSICA CLÁSICA. Ivor Gurney nació el 28 de agosto de 1890 en Gloucester. Era hijo de David Gurney, sastre, y su esposa Florence, costurera. El chiquillo demostró habilidades musicales desde muy pronto. Entre 1900 y 1906 fue miembro del coro de la Catedral de Gloucester donde conoció al compositor Herbert Howells de quien sería amigo toda su vida. También disfrutó de una larga amistad con el poeta Harvey FW a quien conoció en 1908.
IVOR GURNEY: EL MÚSICO DE LA TRINCHERA
La Primera Guerra Mundial interrumpe los estudios de Gurney que se alista en el regimiento de Gloucestershire en febrero de 1915. En el frente comenzó a escribir poesía y sus poemas se los enviaba a su amigo, el musicólogo y crítico Marion Scott, quien se convertiría su editor. En 1917 es herido en un hombro cuando estaba terminando su primer libro de poemas Severn and Somme. Por esta época compone sus primeras canciones In Flanders y By A Bierside.
Ese mismo año Gurney cae herido al ser gasificados por el enemigo y es trasladado al Edinburgh War Hospital donde conoció y se enamoró de la enfermera voluntaria, Annie Nelson Drummond, una relación que no tendría éxito. Después de su salida del hospital fue destinado a Seaton Delaval, un pueblo minero en Northumberland.
En marzo de 1918, Gurney sufre una grave crisis mental. Es hospitalizado en
la Gallery Ward de Brancepeth Castle, en el Condado de Durham, donde escribió varias canciones. En junio, amenazó con suicidarse, pero no llegó a consumarlo. Poco a poco recuperó algo su estabilidad emocional y en octubre se retira con honores del ejército. Gurney fue diagnosticado como un paciente con "
ansiedad de combate" o "
neurosis de guerra".
Aunque Gurney pareció mejorar después de la guerra su angustia mental siguió empeorando. Estudió durante un breve tiempo con
Ralph Vaughan Williams, época en la quecompone un gran número de canciones, piezas instrumentales, música de cámara y dos obras para orquesta,
War Elegy (1920) y
A Gloucestershire Rhapsody (1919–1921). En 1922 su salud se había deteriorado hasta tal punto que su familia lo declara demente. Pasó los últimos 15 años de su vida en hospitales psiquiátricos, en primer lugar, durante un corto período de tiempo, en
Barnwood House en Gloucester
, y luego en el
City of London Hospital Mental, en Dartford.
Gurney escribió prolíficamente durante los años de internamiento y continuó componiendo música, pero en un grado mucho menor. El compositor fallece de tuberculosis, cuando todavía era un paciente en el Hospital de la Ciudad de Londres, poco antes del amanecer el 26 de diciembre de 1937, a los 47 años de edad. Fue enterrado en Twigworth, cerca de Gloucester .
El 11 de noviembre de 1985, Gurney y otros 16 poetas de la Gran Guerra son conmemorados con una inscripción en el
Poet's Corner de la Abadía de Westminster. La inscripción en la piedra fue escrita por Wilfred Owen, un poeta compañero de armas en La Gran Guerra. Dice así: "
My subject is War, and the pity of War. The Poetry is in the pity." "Mi tema es la guerra, y la piedad de la guerra. La poesía está en la piedad."
Manuel López-Benito
SU MÚSICA
Gurney compuso más de 300 canciones así como música instrumental. Dejó sólo un puñado de sus poemas, el más conocido es
Severn Meadows. Sus composiciones más conocidas son sus cinco
Elizabethan Songs (o 'The Elizas ", como él los llamaba) y sus ciclos
Ludlow and Teme y
The Western Playland.
AUDICIÓN DE MÚSICA CLÁSICA EN CLASICA2
Escuchemos a continuación la música de Ivor Gurney. Empecemos por Severn Meadows. Y luego escuchemos Come, sleep
Ivor Gurney: Severn Meadows
Only the wanderer
Knows England’s graces,
Or can anew see clear
Familiar faces.
And who loves joy as he
That dwells in shadows?
Do not forget me quite,
O Severn meadows.
Come, sleep, and with thy sweet deceiving
Lock me in delight awhile;
Let some pleasing dreams beguile
All my fancies, that from thence
I may feel an influence,
All my powers of care bereaving.
Tho’ but a shadow, but a sliding,
Let me know some little joy.
We, that suffer long annoy,
Are contented with a thought
Thro’ an idle fancy wrought:
O let my joys have some abiding.
John Fletcher (1579-1625)