Clásica 2

Revista de Ópera y Música Clásica

Tomás Luís de Victoria: Lamentaciones de Jeremías

Fecha de publicación: 26 de junio de 2009

Sorbitos de Música Clásica de Clasica2, un remanso de paz musical explicado en pocas palabras pero que encierran mucha emoción. Pretenden servir para hacer un alto en el camino de nuestro quehacer diario y cobrar nuevas energías para continuarlo. Un pequeño episodio de la Enciclopedia de la Música Clásica.

El entierro de Cristo, Caravaggio, 1602-1604. Óleo sobre lienzo. 300 x 203 cm. Pinacoteca Vaticana. Roma. Italia.


música clásicaSORBITOS DE MÚSICA CLÁSICA. TOMÁS LUÍS DE VICTORIA

Tomás Luis de Victoria es una de las figuras más importantes del Renacimiento musical español y universal. Sucesor de Palestrina en el Colegio Germánico de los jesuitas en Roma, al volver a España en 1587 fue nombrado Maestro de capilla de la emperatriz María y trabajó también en el Convento de las Descalzas en Madrid. Musicalmente un compositor imbuido por las doctrinas tridentinas cuya música alcanza una profundidad y misticismo pocas veces alcanzado y que transmite una sensación de calma casi celestial.

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Lamentaciones para el Viernes Santo. Lectio I
 
Las Lamentaciones de Jeremías de Tomas Luis de Victoria fueron escritas mucho antes de su publicación en 1585. Fueron compuestas para la liturguia de Semana Santa, concretamente para el Jueves, Viernes y Sádado Santos. Observemos la claridad de la polifonía de Victoria en esta Lectio I y la atmosfera de dulce tranquilidad que produce. No podíamos comenzar esta sección de los Sorbitos de Música Clásica con otra página más adecuada. 
 
Tomas Luis de Victoria. Las lamentaciones de Jeremías. Heth, Cogitavit Dominus dissipare
 
Heth, Cogitavit Dominus dissipare
Murum filiae Sion: tedendit funiculum
Suum et non avertit manum suam a
Perditione: luxitque antemurale, et
Murus pariter dissipatus est, Jerusalem,
Convertere ad Dominum Deum tuum.
Heth. El señor ha pensado destruir
El muro de la hija de Sion: ha trazado
Su voluntad y no ha torcido su mano
Para la destrucción. Se ha lamentado
Ante las murallas, y ante el muro que
Igualmente ha demolido. Jerusalen,
Vuelve la vista al Señor tu Dios. 
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