Jesús Guridi: Una aventura de Don Quijote
Fecha de publicación: 18 de septiembre de 2011
HEMEROTECA DE MÚSICA CLÁSICA. El Quijote de Jesús Guridi, fue escrito en 1915 y premiado, entre más de setenta partituras, por el Círculo de Bellas Artes de Madrid en aquel mismo año, el de la muerte de su amigo Usandizaga. Es, pues, obra de juventud, escrita a los veintinueve años, pero ya muy madura
UNA AVENTURA DE DON QUIJOTE
Programas de Mano de la Hemeroteca de Música Clásica de Clasica2 presenta hoy "Una aventura de Don Quijote" de Jesús Guridi con motivo del concierto ofrecido por la Orquesta Sinfónica de RTVE el 30 de noviembre de 1983.
NOTAS AL PROGRAMA DE MANO
Cita
"El Quijote de Guridi, fue escrito en 1915 y premiado, entre más de setenta partituras, por el Círculo de Bellas Artes de Madrid en aquel mismo año, el de la muerte de su amigo Usandizaga. Es, pues, obra de juventud, escrita a los veintinueve años, pero ya muy madura. Guridi tenía ya en su haber composiciones tan logradas como Así cantan los chicos (1908), Mirentxu (1909-1910), escrita en paralelo con Mendiyan de Usandizaga, y la Leyenda vasca, entre otras de menor ambición. Era en aquel entonces un joven músico formado en París y Colonia, organista ya en Bilbao de la parroquia de los Santos Juanes, además de director de la Sociedad Coral, para la que armonizaba y recreaba numerosas melodías de su país natal. Lógicamente conocerá el Don Quijote de Richard Strauss (1898), que pudo oír en Alemania, pero Guridi era ya, por encima de straussianos y debussystas, un compositor vasco. Años más tarde, en un discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, reflexionaría sobre El canto popular como materia de composición musical (Madrid, 1947) con atinadas observaciones, pero haciendo notar que se circunscribe en ellas “al País Vasco, ya que, además, y como es natural, me he dedicado preferentemente al estudio y cultivo de la música”.
De ahí que elija, entre los muchos episodios del Quijote, los capítulos VIII y IX, es decir, los que se refieren a la batalla entre el gallardo vizcaíno y el no menos valiente manchego, precedida del ataque a los frailes benitos, la conversación con la dama del coche, etc. El momento álgido de la contienda cede su brillantez heroica al último episodio, de alta temperatura lírica, cuando Don Quijote vencedor ordena al vencido ir al Toboso y postrarse ante Dulcinea. La elección del fragmento “vasco” del Quijote no es, pues, casual en aquellos años de íntima amistad y ejemplar competencia con el malogrado Usandizaga, y por eso don Julio Gómez, alabando su técnica, pudo afirmar años más tarde que El Quijote, de Guridi, era obra tan vasca como sus Diez melodías o los trozos sinfónicos de Amaya, sin dejar por eso, y ahí estriba su mérito, de conectar con toda normalidad con las corrientes del sinfonismo poemático que estaban de moda en la Europa conservadora que acababa de entrar en la primera Gran Guerra".
Fin de la cita
AUDICIÓN DE MÚSICA CLÁSICA EN CLASICA2
Escuchemos, a continuación, esta preciosa página de Jesús Guridi: Una aventura de Don Quijote
Jesús Guridi: Una aventura de Don Quijote