HISTORIA DE LA MÚSICA CLÁSICA. La Literatura ha sido fuente de inspiración para los compositores desde los albores de la Civilización. En sus múltiples formas, desde la poesía épica y lírica, pasando por el relato mitológico, el teatro, o las sagas nórdicas, siempre ha estado presente entre las musas que susurran al oído de los músicos en su proceso creativo.
La quintaesencia de esta colaboración literaria y musical, por su concisión, su concentración emocional y su fácil asimilación por parte del auditorio, viene representada por la canción. En ella se conjuga, además, dos musicalidades complementarias: la que ofrece la palabra, y la que complementa la música. Dos cargas afectivas. Dos mundos maravillosos nacidos para comunicar y emocionar.
100 canciones para una vida: Ständchen, Franz Schubert
STÄNDCHEN
Leise flehen meine Lieder
Durch die Nacht zu dir;
In den stillen Hain hernieder,
Liebchen, komm zu mir!
Flüsternd schlanke Wipfel rauschen
In des Mondes Licht,
Des Verräters feindlich Lauschen
Fürchte, Holde, nicht.
Hörst die Nachtigallen schlagen?
Ach, sie flehen dich!
Mit der Töne süßen Klagen
Flehen sie für mich.
Sie verstehn des Busens Sehnen,
Kennen Liebesschmerz,
Rühren mit den Silbertönen
Jedes weiche Herz.
Laß auch dir die Brust bewegen,
Liebchen, höre mich,
Bebend harr' ich dir entgegen!
Komm, beglücke mich!
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SERENATA
Suavemente te suplico con
mis canciones a través de la noche;
Aquí, abajo, en la tranquila arboleda,
¡Amada, ven a mi lado!
Murmurantes, las esbeltas copas susurran
A la luz de la luna,
Del acecho hostil del traidor
No temas, tú, amada.
¿Oyes gorjear a los ruiseñores?
¡Ay! Ellos te suplican,
Con el sonido de dulces quejas
Suplican por mí.
Comprenden el anhelo de mi pecho,
Conocen el dolor del amor,
Conmueven con sus argénticos sonidos
A todo tierno corazón.
Deja también conmoverse tu pecho,
Amada, escúchame;
¡Trémulo aguardo el encuentro!
¡Ven, hazme feliz!
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