Clásica 2
Revista de Ópera y Música Clásica

III Concurso de Relatos Cortos: Cuando no se sabe decir NO

Fecha de publicación: 28 de noviembre de 2011

Nos complace publicar un nuevo artículo para nuestro Concurso de Relatos Cortos. Su título: "Cuando no se sabe decir NO" y es su autora Silvia Quevedo Sánchez. Desde aquí os invitamos a todos los amigos y lectores de clasica2 a que participéis.  Las bases del concurso las tenéis en este enlace CONCURSO DE RELATOS CORTOS

 

 

CUANDO NO SE SABE DECIR NO

Subtítulo: "Componer no es difícil, lo complicado es dejar caer bajo la mesa las notas superfluas". Johannes Brahms
 
No, otra vez no. Hoy sí que estoy cansada, necesito dormir…¡Déjame dormir! Jolines, qué pesada eres, siempre te sales con la tuya. Está bien, vaaaale, ya voy.
 
Me levanté, cogí las gafas, papel pautado, y me puse a copiar lo que me estaban dictando. Do, mi, sol, mi, sol, corcheas, negras, ahora unos arpegios, aquí la mano izquierda esto…ahora la derecha esto…¡mejor para un quinteto! Déjate de componer siempre para piano. Jolines, ¡estoy cansada! Son las 2 de la madrugada…¿no podemos dejarlo para otro día? Que copies te digo…quinteto para piano, flauta, oboe, cello y fagot.
 
Venga, empecemos de nuevo. Madre mía qué pesada eres, con lo cansada que estoy. Vale, a ver, dime tempo, tonalidad, dime armonía, textura contrapuntística,…¿empiezo por melodía acompañada, u homofonía? ¡dímelo todo pronto! ¡Que lo que quiero es dormir!
 
Perdí la noción del tiempo…miré de reojo mi reloj de pared, que a esas horas me pareció un tanto infantil con tantos colorines…madre mía, las 4:28 de la madrugada, y el despertador sonaría a las 6:30. Debería aprender a decir NO cuando es no, porque mañana tendré un sueño terrible en clase.
 
No pierdas concentración, y sigue copiando. Ahora corcheas, ahora oboe y cello acompañan, y el solista es el fagot…ahora el piano hace un dúo con la flauta, ahora hacemos una cadencia, y atenta porque nos falta una coda final. Jolines, dime ya la maldita coda, que es tardísimo y ¡quiero dormir! Ahora pedal de dominante, ahora disonancias por aquí, ligaduras por allá…¡ya está quejica! Ya puedes acostarte.
 
Me metí de inmediato en mi cama, por fin. Lo último que vi de refilón es que eran las 5.17…no me pude ni quitar las gafas, porque me dormí en el acto.
 
Soñé con notas, cadencias…y al levantarme me di cuenta de que ya tenía una composición nueva.
 
Silvia Quevedo Sánchez
 
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