LA MÚSICA CLÁSICA Y EL IMPRESIONISMO. Camile Pissarro (1830-1903), Papá Pissarro como llegó a ser conocido, es el representante de mayor edad de los pintores impresionistas y el más férreo defensor del movimiento hasta el final de sus días.
MÚSICA CLÁSICA Y ARTE
Camille Pisarro nació en el seno de una familia adinerada de comerciantes judíos en Charlotte Amelie capital de la isla de Saint Thomas que, por aquel entonces, era colonia danesa en las Antillas. Su padre, Abraham Gabriel Pissarro, era de origen portugués –judío sefardí- y su madre, Rachel Manzano-Pomié, procedía de la República Dominicana.
Con doce años se traslada a París para estudiar. Regresa a Saint Thomas, y en 1852 se dirige a Venezuela para pintar. Finalmente, en 1855, se traslada de nuevo a París para continuar su carrera pictórica. Sus primeras obras reflejan los paisajes de los alrededores de la capital francesa y escenas al aire libre donde demuestra, desde el principio, una de las características que acompañaran al pintor toda su vida: la observación detallada de la naturaleza. La otra gran característica será el tratamiento de la luz y los colores.
Es el único de los impresionistas que participó en las ocho Exposiciones Universales de París celebradas entre 1874 y 1886 y siempre tuvo en Gustave Courbet (1819-1877) un ejemplo a seguir. También podemos encontrar en su obra una época puntillista, influenciado por Georges-Pierre Seurat (1859-1891). Fue el gran inspirador de Paul Cézanne (1839-1906) y Paul Gauguin (1848-1903).
Del tratamiento de la luz y el color, para “impresionar” y crear un clima evocador del ambiente de la escena pintada, son ejemplos magníficos la serie que de la Avenida de la Ópera en París realiza Pissarro. Nos la enseña en una mañana soleada; en una mañana soleada de invierno; nevada, o en un día lluvioso.
Exactamente igual, y ahora entramos en el mundo de la música, que lo que ocurre con el color de las diferentes tímbricas que puede llegar a adquirir la misma página musical en función de la plantilla orquestal utilizada por el compositor.
Vimos un ejemplo cuando hablamos del Aniversario de Isaac Albéniz y hoy, os propongo otro para reforzar el vínculo entre pintura impresionista y música clásica. Vamos a comparar dos coloridos, dos luces, dos ambientes, dos ethos diferentes.
AUDICIÓN DE MÚSICA CLÁSICA EN CLASICA2
Oigamos la Canción de Solveig del Ballet Peer Gynt de Edvard Grieg (1843-1907) en la versión orquestal incluida en la Suite nº 2 Op. 55 del autor y la correspondiente versión para soprano y orquesta. Aceptando por anticipado que para gustos hay colores, nunca mejor dicho, lo que si acordareis conmigo que estos son distintos. Cómo distinta es la Avenida de la Ópera un día lluvioso o un día de sol.
Edvard Grieg Canción de Solveig del Ballet Peer Gynt. Versión orquestal.
Edvarg Grieg Canción de Solveig del Ballet Peer Gynt. Versión para soprano y orquesta