La Dirección Orquestal es absolutamente trascendente en la interpretación musical y, por ende, parte importantísima de la emoción que ésta pueda llegar a transmitir. El Director, mediante su pensamiento, voluntad, actividad, y capacidad de liderazgo, logra el milagro de materializar en sonidos organizados las partes individuales de los profesores de la orquesta para poder, todos juntos, despertar de su sueño, y hacer sonar, aquello que el compositor acostó en el pentagrama un día y que espera, como la Bella Durmiente, la llegada de un Príncipe Azul que la vuelva a la vida.
Los Documentos Musicales de Clasica2. Una nuevo servicio de vuestra revista de música clásica. Hoy: EL TESTAMENTO DE HEILINGESTAD de Ludwig van Beethoven